SALTAR A LA COMBA

Hoy voy a hablar sobre los beneficios y la importancia de una actividad tan popular y clásica como es la de saltar a la comba, tanto individualmente, como en grupo:

Como ejercicio físico, los constantes saltos/rebotes  promueven la fuerza y velocidad del tren inferior, desarrollando además, la coordinación dinámica general (ya que también necesitamos ejercer un control de las manos y del ritmo de la comba) y un mejor control de espacio, tiempo y ritmo, con lo que, como veis es mucho beneficio dentro de una actividad, en principio, tan inocua.

También es cierto, que como pone en acción tantos elementos distintos a nivel motor, no  solemos tener un buen nivel de ejecución mucho antes de segundo o tercer curso de primaria, pero siempre podemos adaptar y facilitar el uso de las combas con actividades más descafeinadas, así podrán hacerlo bien y será más divertido y motivador para ell@s. Todo esto depende del desarrollo neuromotriz que presente el/la niñ@.

Un elemento importantísimo que no debe faltar en el uso de las combas, son las canciones para saltar, sirven de hilo conductor, son parte del ideario tradicional y de nuestra herencia cultural, sirven para animar y estructurar el ejercicio, ya que nos marcan los ritmos del salto y por si fuera poco, dentro de la mecánica cerebral, potencian la integración en la actividad de las zonas dedicadas al lenguaje y su comunicación con la corteza motora que trabaja intensamente en esos momentos.

 Además, el ejercicio memorístico de aprenderse la letra de las canciones, fortalece la mecánica cerebral del almacenamiento de información, lo que a largo plazo, les será muy beneficioso en su larga vida de estudiantes.

Como veis no son pocas las ventajas de cantar mientras saltan a la comba, ya sea solos o con amigos.

Aquí os dejo algunas de las canciones que cantábamos entonces y que ahora enseño a mis hijos:

"Soy la reina de los mares

y ustedes los van a ver

tiro mi pañuelo al suelo

y lo vuelvo a recoger

Pañuelito, pañuelito

quién te pudiera tener

guardadito en el bolsillo

como un pliego de papel."

"Al cochecito leré.

me dijo anoche, leré,

que si quería, leré

montar en coche, leré.

Y yo le dije, leré

con gran salero, leré

no quiero coche, leré

que me mareo, leré."

"Al motrollón que entre la primera

al motrollón que entre la segunda
al motrollón que entre la tercera
al motrollón que salga la primera
al motrollón que salga la segunda
al motrollón que salga la tercera."

                                                                           ¡A saltar!