domingo, 19 de agosto de 2018

LOS PADRES Y EL MÓVIL

En días como hoy, mi convicción de que somos una especie en vías de extinción reaparece. Con actitudes como esta, en unas generaciones, nos vamos al garete. Alguna vez me he pronunciado en contra de la "crianza pasiva" que supone el dejar de compartir momentos de ocio y disfrute con nuestros pequeños, por el ocio y disfrute de "nuestras cosas" de adultos, pero despertarme un día y leer este artículo me remueve por dentro.
Mal me parece "aparcar" a los críos en el columpio para desentenderte de ellos y estar "a tus cosas" con el telefonito, pero al menos, es un entorno con cierto grado de control y seguridad. En el peor de los casos te juegas un coscorrón, alguna costurita y ya está (al menos, de esto se sale y a veces, también sucede aunque estés con mil ojos...), pero lo de dejarlos a su aire en un entorno peligroso por naturaleza, siendo el mismo patrón de abandono, si A B A N D O N O, se me hace insoportablemente egoísta y descerebrado.
Una cosa es ser relativamente egoísta y privar a tu hij@ de un momento con su padre/madre (y perdértelo tú también) y otra muy distinta es poner directamente en peligro de muerte a tus chavales. Es el mismo patrón hedonista y egocéntrico, pero aplicado a un entorno mucho, mucho más peligroso.
En fin, somos capaces de lo mejor y en días como hoy, se hace evidente que también de lo peor.
Así pues, en la línea en la que escribo siempre, os pido, os animo a que os pongáis las zapatillas de deporte o las chanclas y salgáis a disfrutar con vuestros hijos y que el móvil sólo esté por si lo necesitáis y no para impedir que os aburráis mientras los niños juegan.